Rasurarte las axilas puede hacerte oler mejor: Estudio

olor de axilas

En los inicios de la década de los 50’s, se realizó un estudio sobre la función del vello corporal en los hombres, específicamente el vello axilar (sobaco) y su relación con el olor de axilas. 

Los científicos (dermatólogos) tenían interés en la piel, glándulas sudoríparas y en los desodorantes. Querían saber si el vello de las axilas atrapaba bacterias en las axilas y qué papel desempeñaban las bacterias en el olor de axilas. 

Además, quiero dejar por sentado que el artículo escrito en 1953 comienza así: “Desde que la historia registra,el hombre ha sido consciente de un olor claramente maloliente que puede emanar de su axila…” es una GRAN forma de comenzar, ¿verdad?

Lo que encontraron fue que cuando los hombres se afeitaban completamente el vello de las axilas, el olor de axilas se reducía drásticamente durante las siguientes 24 horas. A medida que el vello creció nuevamente, también volvió el olor. 

La conclusión a la que llegaron fue que las bacterias que había en la axila jugaban un papel importante en la generación de olor del cuerpo de un hombre.

¡Y durante más de 50 años, esa fue toda la investigación sobre ese tema!

AVANCEMOS RÁPIDO EN EL TIEMPO…

Estamos ahora en el año 2011: Otro grupo de investigadores, ahora en la República Checa, hicieron un par de observaciones sobre esa investigación de los 50’s.

Primero, se ha demostrado en estudios recientes que algunos olores corporales son en realidad buenos. Las mujeres recogen mucha información del olor corporal de un hombre, y los hombres (por supuesto, inconscientemente) emiten muchas “señales” sobre sí mismos con su olor, como la nutrición, los niveles hormonales e incluso de qué familia provienen. 

Así que los investigadores pensaron que un nuevo estudio podría determinar si afeitarse las axilas mejora el olor, en lugar de simplemente eliminarlo por completo.

Ese estudio fue publicado en la revista Behavioral Ecology and Sociobiology en 2012.

EXPERIMENTOS:

En el transcurso de cuatro experimentos, los investigadores lograron que algunos grupos de hombres fueran “donantes de olores”.

Algunos de esos hombres solían afeitarse las axilas de manera regular y otros nunca se habían afeitado las axilas.

Luego, se les dieron instrucciones especiales para el vello de sus axilas a cada uno.

A algunos hombres les pidieron que se afeitaran una axila y se dejaran crecer el vello en la otra.

A otros les pidieron que se afeitaran las dos axilas cada dos días.

Mientras otros más les pidieron que se afeitaran las axilas una vez y luego se las dejaran crecer normalmente durante cierto período.

Se pidió a los hombres que evitaran las siguientes actividades al menos 2 días antes de que se recolectaran las muestras de olor:

  • Utilizar cualquier producto corporal que huela bien (perfumes, desodorantes, geles de ducha, etc.)
  • Comer alimentos con olores fuertes y condimentados (ajo, cebolla, chiles, queso azul, repollo, etc.)
  • Bebidas alcoholicas
  • Fumar
  • Actividad sexual

Dormir en una cama con pareja o mascota
Las muestras se recolectaron usando unas almohadillas de algodón colocadas en las axilas durante un día entero.
CLASIFICACIÓN:

Después, los investigadores encontraron algunas buenas mujeres que aceptaron ser voluntarias para calificar el olor de los hombres.

Las mujeres, en condiciones muy controladas (un cuarto bien ventilado, sin olores, lavándose las manos con jabón sin olor, etc.) olieron cada disco de algodón y lo calificaron de la siguiente manera:

Intensidad
Agrado
Atractivo

Las mujeres también indicaron dónde se encontraban en sus ciclos menstruales (ya que se cree que esto afecta la forma en que las mujeres perciben el olor corporal de los hombres) y si detectaron un olor a perfume o humo.

RESULTADOS:

En el EXPERIMENTO 1, los investigadores encontraron que las axilas depiladas se calificaron como significativamente más placenteras, más atractivas y menos intensas que las axilas sin depilar. 

También encontraron que las mujeres calificaron mejor el olor a canela que el olor a axila. Científicos, ¿qué haríamos sin ellos?

Sin embargo, en el EXPERIMENTO 2, no lograron encontrar esos mismos resultados. En este experimento, las axilas afeitadas y sin afeitar no dieron resultados significativamente distintos.

De nuevo, en el EXPERIMENTO 3, no lograron encontrar una diferencia significativa en el olor entre las axilas afeitadas y sin afeitar.

En el EXPERIMENTO 4, nuevamente se esforzaron para poder encontrar diferencias significativas.

DISCUSIÓN:

¿Cuál es el problema? ¿Cómo lograron hallar un efecto significativo en el primer experimento pero ninguno en los otros experimentos?

Los investigadores han proporcionado las siguientes explicaciones posibles:
Afeitarse el vello de las axilas puede tener un efecto, pero no es tan grande.

Probablemente los donadores del primer experimento tenían un olor más fuerte.

Las estadísticas usadas para la muestra pudieron haber sido muy pocas como para obtener conclusiones consistentes.

La conclusión aquí es que no hay mucha evidencia de que rasurarte el vello de las axilas realmente mejore el olor de axila. Todo lo que tenemos es un viejo estudio realizado en 1953 y otro experimento no concluyente realizado en 2012.

Existe una ligera posibilidad de que se produzca un efecto leve, pero no apostaría a ello. Lo más probable es que otros factores afecten más tu olor en un grado mayor que si tienes vello en las axilas.

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