En el mundo de hoy, es más fácil que nunca distraerse y perder el enfoque.
Y no los estoy culpando. ¡Yo también lo hago!
Voy a empezar bien el día y de repente escucho el timbre del teléfono. ¡A veces no puedo resistir la tentación de revisar esa notificación! Suma esto a que dirijo una Agencia de Marketing Digital y realmente necesito estar pendiente de los asuntos de redes sociales.
El hecho es que no se trata solo de tecnología o de trabajo. La falta de sueño, la mala planificación e incluso trabajar demasiado pueden acabar con tu productividad en un solo momento.
¿Quieres saber qué es peor? Un estudio de la Universidad de California descubrió que toma, en promedio, 23 minutos volver a la normalidad después de una sola distracción. Eso es MUCHO tiempo perdido a lo largo del día.
No se preocupen, tengo algunas sugerencias para ayudarlos a eliminar esas distracciones.
1. Trágate al sapo primero
A ver, no quiero que se coman un sapo, ¡es una metáfora, señores!
Imagínense si tuvieran que comerse una sapo vivo que intenta salir de su boca. Suena como la peor cosa imaginable, ¿verdad?
Apuesto a que hay tareas en tu lista de pendientes que se parecen mucho a eso.
‘Tragarse ese sapo’ esencialmente significa que tu objetivo es completar las peores tareas lo antes posible . Pregúntense: “¿Qué estoy evitando? ¿Qué no quiero hacer?” Una vez que hayan evaluado eso, sabrán qué tareas deben eliminar a primera hora.
Este enfoque también te ayuda a evitar sentirte artificialmente realizado. Comenzar el día con las tareas fáciles puede parecer un éxito, pero es probable que no hayas hecho NADA IMPORTANTE. Cómete ese sapo y haz esas tareas desafiantes primero; de esa manera, puedes garantizar el progreso durante el resto del día.
Y algo más, si tuvieras que comerte DOS sapos, cómete al más feo primero.
CONSEJO PRO : Me resulta más fácil hacer mi lista de tareas pendientes la noche anterior. Pongo la tarea más difícil primero, para que esté allí cuando me despierte.
2. Convierte tu lista de tareas en un juego
Tener una estructura es clave para la productividad, y una de las mejores formas de lograrlo es convertir tu horario de trabajo en un juego. ‘Gamifica’ tus tareas dividiéndolas en partes más pequeñas y más alcanzables, como los objetivos de un juego .
Muchos juegos cuentan con límites de tiempo. Trata de establecer algunos para ti y adhiérete a ellos. Hacerlo podría ayudarte a evitar pasar horas en un solo proyecto menor. Incluso si terminar todo a tiempo no es realista, es mejor entregar un trabajo en progreso que no entregar nada en absoluto.
Finalmente, establece recompensas para ti mismo.
- Si superas tu límite de tiempo, come una galleta.
- Sal a dar un breve paseo después de completar las tareas.
- Planea una actividad emocionante después del trabajo (una carnita asada con amigos, un juego).
3. Planea para que las cosas salgan mal
La vida es impredecible. Eso es un hecho, caballeros.
Nunca se sabe cuándo tus hijos se enfermarán, tu abuela necesitará que la lleven al hospital o una tarea crítica surgirá de la nada.
Desafortunadamente, demasiados hombres olvidan esto y diseñan planes rígidos con precisión quirúrgica que se ven bien en el papel pero se desmoronan cuando se trata del mundo real. Ya sea que diseñen un gráfico de Gantt o reserven trabajo en Google Calendar, la mayoría de los hombres dibujan una línea recta de A a B sin lugar a desviaciones.
Si crees que esto es infalible, lamentablemente estás equivocado. Solo se necesita una cosa para salir mal, y de repente todo se convierte en un caos. Tu horario arruinado puede tener un efecto dominó en cualquier otra cosa en la que estés trabajando.
¿Moraleja de la historia? Espera lo inesperado . Crea un amortiguador en tu horario y date tiempo para resolver los problemas.
4. Administra tu tiempo intencionalmente para mejorar la productividad
Si no administras tu tiempo , tu tiempo te administrará a ti.
Crea ‘bloques de tiempo’ para el trabajo, los intereses personales y para el descanso. Después de todo, es crucial programar un tiempo para ti mismo para que no golpees la pared y te quemes.
¿Mi consejo? Prueba la Técnica Pomodoro .
Pomodoro es tomate en italiano. Fue creado por un estudiante italiano con un temporizador de horno en forma de tomate.
¿Como funciona? Establece un temporizador y date un breve bloque de tiempo para trabajar, como un sprint en el mundo de la programación. Este límite de tiempo artificial se llama Pomodoro. La configuración clásica es la siguiente:
- 4x Pomodoros de 25 minutos
- Breves descansos de 5 minutos entre cada uno
- 15-20 minutos de descanso al final
La idea es muy simple. Divide tu tiempo y programa descansos tácticos para permitir que tu cerebro se refresque y esté listo para seguir trabajando.
¡Un día cuidadosamente planificado parece mucho menos desalentador que un gran bloque de trabajo sin interrupciones obvias en el medio!
5. Mejora la productividad rindiendo cuentas
En la escuela, siempre nos enseñan que la presión de los compañeros está mal, que debemos ignorarla a toda costa. Eso es cierto, pero solo hasta cierto punto.
Usada correctamente, la presión positiva de los compañeros puede ser un poderoso motivador , que es donde entra en juego este consejo para la productividad.
¡Tienes que hacerte responsable ante alguien!
Ya sea un amigo o un miembro de la familia, alguien necesita saber acerca de tus planes y tu agenda. De esa manera, cuando inevitablemente te falte la motivación para hacer un trabajo, ¡estarán allí listos para animarte y hacer que tu trasero perezoso vuelva al trabajo!
6. Concéntrate en una tema por día
Menos es más.
Sé que suena como una contradicción de términos, pero tiene mucho sentido.
El hecho es este: tienes un número fijo de horas cada día para hacer tu trabajo. Para evitar tomar atajos y trabajar por debajo de la media, debes ser realista con esas limitaciones de tiempo.
Echa un ojo a esa gigantesca lista de tareas: no hay vergüenza en admitir que puede ser abrumador mirarlas todas. Así que haz lo inteligente: redúcelo, haz una lista de tareas diarias, clasifícalas por tema e intenta elegir solo UN tema para cada día.
Por ejemplo, puedes asignar un día solamente para reuniones con clientes, un día para creación de contenido y programación del mismo, un día para tareas críticas para tu negocio, etc.
Cuando estableces un objetivo claro y te enfocas de todo corazón en él, naturalmente eliminas las distracciones que interrumpen tu trabajo.
Cualquier cosa que pueda ayudar a mitigar las distracciones te permitirá aumentar la productividad y evitar el agotamiento. Es demasiado fácil convertirse en un adicto al trabajo en estos días.
7. Dormir ocho horas
Puede ser tentador quitarse un par de horas de sueño para poder terminar una tarea o un proyecto, pero ¿vale la pena?
Debo ser honesto, soy el primero que viola esta regla. Si haces de esto un hábito, eventualmente enfrentarás agotamiento, resentimiento o agotamiento físico que socavará y anulará cualquier ganancia marginal obtenida al trabajar más horas.
El sueño es crucial para relajar la mente, descansar el cuerpo y rejuvenecer la energía para el día siguiente.
Si no puedes administrar las otras 16 horas de tu día para hacer tu trabajo, debes concentrarte más en administrar esas horas en lugar de reasignar tus horas de sueño.
Si deseas aumentar tu productividad, necesitas dormir. Créeme.
8. Prioriza tus tareas diarias para aumentar la productividad
No todo es urgente .
Solo toma 15 minutos priorizar mis tareas del día utilizando la matriz de prioridad anterior (también conocida como la Matriz de Eisenhower). Las tareas súper importantes van en el campo ‘urgente’, las tareas que quiero completar pronto van en el campo ‘programar’, y así sucesivamente.
Los médicos en zonas de guerra clasifican a sus pacientes: los tratan según la gravedad de sus heridas.
Esto es algo que hago todas las mañanas sin falta. Pienso en cuáles de mis ‘pacientes’ necesitan atención más urgente, es decir, cuáles de mis tareas diarias deben realizarse primero.
Claro, no siempre es perfecto, pero me da una idea mucho mejor de los desafíos en un día determinado y cómo puedo superarlos.
SUGERENCIA PROFESIONAL: nunca es demasiado tarde para volver a lo básico con respecto a la productividad. Poner lápiz y papel todas las mañanas puede ayudarte a priorizar cuando todo es una prioridad.
9. Haz que "No" sea tu respuesta predeterminada
¿Te sientes abrumado? Da un paso atrás y considera el valor de tu tiempo.
Todo esto puede sonar pesimista, pero decir ‘no’ puede ser una excelente manera de aumentar tu productividad .
La mayoría de nosotros ya tenemos un plato lleno. Cuando tienes trabajo y una familia que cuidar, decir que sí a todo es casi totalmente poco práctico.
En su lugar, abraza el poder del NO.
Tu tiempo es valioso, y no me refiero solo a tu tiempo de oficina. Me refiero a esos preciosos momentos que pasas con tu esposa e hijos. Piensa en las horas que podrías perderte con ellos si nunca dices ‘no’ en el trabajo.
Intenta estar más abierto a decir ‘no’, y cada ‘SÍ’ será infinitamente más valioso.
10. Limpia tu escritorio para aumentar la productividad
No es necesario que tu espacio de trabajo parezca que está listo para dejarlo en cualquier momento. No tiene nada de malo potenciar tu espacio de trabajo con una foto familiar o un amuleto de la suerte de tu novia.
Una vez que hayas terminado cada día, ordena tu espacio de trabajo y archiva todo.
Los chefs llaman a esto mise en place , que significa ‘todo en su lugar’. Limpian y ordenan todo antes de empezar a cocinar y después de terminar.
Piénsalo. Gordon Ramsey es famoso por tener éxito como chef con su mentalidad de “no tomar prisioneros”. Si entras a la cocina de uno de sus restaurantes, ¿crees que todas las superficies estarán cubiertas de basura o estarán limpias y despejadas?
Haz esto para que, cuando regreses a la oficina, no haya desorden que te impida saltar directamente a tu trabajo para aumentar tu productividad diaria.
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